sábado, 5 de diciembre de 2009

El loco.


Soy victima de un dios frágil, temperamental. Que en vez de rezar por mi, se fue a bailar, se fue a la disco de un lugar. Quiso mi disfraz, vivir como un mortal. Como no logro matarme, me regalo una visión particular. Volutas de humo titilo a su encuentro, siento el fulgor y quiero entrar. Soy victima de un dios, díscolo y muy singular. Que a su antojo fiel me arrebato a mi mujer, y la interno en un lupanar que él administro como chulo, un gran señor. Y llego hasta el fin, de confundir su impunidad, se creyó omnisciente. Lo regalado es mío y se acabo, no lo devuelvo.

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